Después de la tormenta llega la calma. O eso dicen. Para mí, después de los exámenes llega el tiempo libre, para disfrutarlo con huracanes de placer. Mi último huracán ha sido 3 días por Barcelona. Visita a familiares, paseos por las calles comerciales rellenas de gente, visita a la tienda de American Apparel y caminatas con bolsas en las manos. La próxima vez iré sin familia carnal, sólo con la familia sentimental, y entonces sí que será un huracán de nivel 10 (cúantos niveles tienen los huracanes? ).
Para acompañar dejo una canción: